Padrinos de lectura

Buenos días,

hace poco en un curso de formación leí algo que me llamó mucho la atención y que se ha quedado enredado en mi cabello como una brizna de hierba en un día ventoso. La reflexión en cuestión decía así:

"Un lector se construye en un proceso larguísimo que comienza muy pronto y no se acaba nunca ... nadie nace lector …" (Gabriel Janer Manila).

 Se  insistía en que, en su inicio, ese proceso de construcción  se reforzaba por el hecho de tener a alguien que nos  acompañase en nuestra experiencia lectora como "un  padrino de lectura". Me parece acertadísima la idea, pues se crea un especial vínculo afectivo con la lectura a través de las personas a las que hemos oído leer y que han dedicado tiempo a leer con nosotros.

Probablemente los padrinos de lectura de mi infancia fueron una de mis hermanas y mi padre. No recuerdo qué leían, pero sí que lo hacían con fruición, disfrutando de cada página. Y yo, imagino que por pura imitación, leía los libros que terminaba mi hermana o alguno que mi padre me ofrecía. Luego, en la adolescencia, tuve otro padrino de lectura, un profesor de Literatura. Teníamos establecido en el horario una hora, la de los viernes a 6ª, destinada a la lectura. La primera vez nos  proponía a cada uno un libro, supongo que guiado por el conocimiento que tenía de nosotros. Recuerdo perfectamente el libro que me propuso, fue Primera memoria de Ana Mª Matute. Me encantó. Después vinieron muchos más, igual de interesantes.

La idea de que este blog se convierta también en un padrino, o mejor dicho, en un compañero de lectura, me parece de lo más sugerente. ¿Lo intentamos? Yo creo que merece la pena.