l Misterio de la Cripta Embrujada. Eduardo Mendoza.


El Misterio de la Cripta Embrujada.   Eduardo Mendoza.


La historia transcurre en Barcelona. El protagonista es un interno de un manicomio al que un comisario de policía, el comisario Flores, designa como el encargado de descubrir, la desaparición de una niña de un colegio de monjas, las madres lazaristas de San Gervasio. El comisario Flores conoce a este personaje ya que le había detenido en alguna ocasión. Este, le promete la libertad a cambio de que le ayude en el caso.
El protagonista que realiza la investigación sin seguir ninguna directriz ni indicación, al salir del centro en el que estaba, se pone en contacto con su hermana que es una prostituta. A partir de aquí, el protagonista, del que nunca se desvela su nombre, se verá involucrado en una serie de embrollos.

En esta historia, se verán involucrados personajes de la burguesía barcelonesa con un cierto reconocimiento social y personajes de una clase social baja.

El libro me ha gustado y me ha resultado rápido de leer, ya que la forma de relatar la historia hace que la lectura sea amena. Las diferentes situaciones que se plantean en el libro, pueden verse como una crítica de la sociedad española, empezando por cómo un comisario de policía confía un caso de este tipo a una persona que se supone que está loca y que él mismo ha detenido en alguna ocasión.
La historia hace uso de un humor negro, y recurriendo a un lenguaje sarcástico e irónico para relatar las dificultades a las que continuamente ha de enfrentarse el protagonista, algo que desde mi punto de vista confiere a esta novela un toque humorístico interesante y diferente, lo que considero importante para “engancharse” a una historia.
Por último, señalar que he encontrado en esta historia ciertas similitudes con el Quijote, ya que ambas historias las protagonizan personajes singulares, y con una forma peculiar de afrontar la realidad y las situaciones que se le plantean.


                                                                                              Alumno: Jairo Luzón  (2º PRP)

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