NURIA CASTELLANO SOLA 1ºB. ARTES MODALIDAD I MICRORRELATO ACCÉSIT


AUTORA: NURIA CASTELLANO SOLA(MANZANICA)               1ºB. ARTES


MODALIDAD I                               MICRORRELATO                        ACCÉSIT


                                       EL NIÑO GRANDE

Érase una vez un niño que no quería crecer. Aunque no estaba conforme con su vida de niño, cuando estaba triste o algo le preocupaba le resultaba sencillo escapar a una pequeña burbuja donde tenía un hermoso jardín, y allí olvidaba lo malo. Pero el niño creció con el tiempo y cada vez le costaba más entrar en aquel pequeño edén y evadirse. Sentía que le estaban empujando a un mundo adulto del que no quería formar parte.
Un día, después de una espantosa clase donde, sus compañeros y profesores por igual, le habían hecho sentir muy mal sin un  porqué; después de que sus padres le gritasen por motivos ajenos a él; y después de que sus amigos le dieran la espalda cuando él necesitaba consuelo y apoyo, corrió a encerrarse en su jardín, en su pequeña burbuja…pero ya no podía entrar.
Había crecido tanto que no cabía en ella. Ya no tenía ningún lugar al que escapar. Y el niño, que ya no era tan niño, comenzó a llorar.
A su alrededor todo empezó a oscurecerse, no se podía ver nada. Mientras el niño que ya no era tan niño lloraba, algo se acercó a él y sintió una caricia suave y peluda en su cabeza. Levantó la mirada y se topó con unos extraños ojos amarillos y una sonrisa, que aunque dulce, también le pareció extraña. Asustado y triste, el niño que ya no era tan niño fue seducido por las palabras de aquel ser.
Pasaron los años y el niño creció mucho, mucho, pero siguió sin sentirse feliz en el mundo adulto. Sus padres comenzaron a preocuparse por él. Había veces en las que todo parecía estar bien, incluso se podía apreciar felicidad al mirarle, pero otras era al contrario. No comía, no salía de la cama…parecía no querer reconocer su existencia ni la de nadie a su alrededor…y fue cuando recordaron como, años atrás, les había confesado que un monstruo le hablaba, que le decía que en realidad nadie le quería, que sus amigos no lo eran en realidad, que las personas de su entorno hablaban de él a sus espaldas y era el centro de las burlas. Le decía que sus padres discutían por su culpa, que estarían mejor si no hubiera nacido. Le decía que nadie le necesitaba, que solo era una molestia. Pero nadie tomó en serio al niño que ya no era tan niño. “Sólo quiere llamar la atención”, decían.
Cuando sus padres vieron que no era así, pidieron ayuda a un hada. Querían volver a ver bien y feliz a su hijo, y el hada se esforzó. Aquel niño grande emprendió un camino singular en el que a veces caminaba de la mano del monstruo y a veces el hada le guiaba. Sin embargo, las hadas no siempre consiguen salvar a esos niños de sus monstruos. Hay veces que esos monstruos les acompañan toda la vida, y otras que los dejan perderse y nadie vuelve a verlos por lo que hay que tener precaución y cuidar de ellos, aunque a veces no se vean como niños.


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